domingo, 25 de noviembre de 2012

Personas mayores

Hay que tener en cuenta que las personas mayores tiene unas necesidades que son según su grado de independencia, de salud tanto física y mental, especiales.
 Tienen que tener unos hábitos regulares, unos cuidados especiales y sobre todo tienen que sentirse cómodos, conservar su dignidad estén donde estén, (hospital, residencia, casa etc..) y no sentirse incómodos ni poco valorados y sobre todo no sentirse un estorbo.
 Hay diferentes tipo de mayores naturalmente no todos necesitan nuestra ayuda al contrario en esta sociedad actual somos nosotros quien necesitamos de ellos la mayoría de las veces.
Primero empezare hablando de la salud, un poco de como tiene que ser la salud o mejor dicho la promoción de la salud de nuestros mayores y los programas de actuación, etc. Un poco de historia, en definitiva conocer un poco el sistema.
 
Aspectos demográficos 
 
La sociedad en su conjunto mira con preocupación su futuro mas inmediato, observando el gran impacto socio-sanitario que está y estará ejerciendo población anciana.
La transición demográfica con el aumento de la esperanza de vida y la disminución de la natalidad, avalan este crecimiento progresivo. Las previsiones que hace la OMS en 1998 en su ultimo informe de Salud en el Mundo, vaticinan que para los próximos 25 años, la población, de 65 o mas años crecerá de forma global un 2,6% anualmente, mientras que los menores de 5 años tan solo un 0’25%, esperándose alcanzar hasta 800 millones de ancianos, frente a los 390 millones que se estiman actualmente.
La OMS, añade que el sector de población que mas crecerá en la mayoría de los países será el de los “ancianos viejos “ ( mayores de 80 años), de forma que, en los países “viejos”, para los próximos 30 años se alcanzaría la cifra de una población octogenaria que superara el 30% .
Podemos decir que en el siglo XXI, la vida será más larga y mas saludable para mucha mas gente. Sin embargo habrá la misma o más desigualdad que en épocas anteriores.
 
Proceso de salud- enfermedad en el anciano 
 
La población anciana tiene una serie de características que la diferencian en el proceso de salud-enfermedad. Destacaremos las siguientes:
  1. La incidencia y prevalencia de muchas enfermedades aumenta asociándose un alto porcentaje de patologías, tanto múltiples como crónicas.
    • La salud de las personas mayores es vulnerable y compleja.
    • Se suele infradiagnosticar los problemas propios de los ancianos.
    • La variabilidad de los individuos aumenta con la edad.
    • La capacidad funcional es el indicador de bienestar y salud que mayor valor predictivo tiene.
    • La mortalidad puede no ser un indicativo valido
  2. En los ancianos se detectan problemas de alta prevalencia que pueden constituir fuente importante de incapacidad como: déficit sensorial, demencias, caídas, malnutrición  aislamiento, depresión etc. Cualquier patología puede expresase a través de alguno de los “síndromes geriátricos”. Y por el contrario un paciente con uno de estos síndromes puede presentar una enfermedad específica.
  3. Hay que tener en cuenta que algunas enfermedades tienen una presentación atípica destacando el dolor menos llamativo, la fiebre menos intensa etc.
  4. Los problemas económicos y sociales están tambien presentes en la gran mayoría de los ancianos; se les anula la capacidad de decisión en cuestiones tan trascendente como en donde vivir y la manera de hacerlo, se les impide el principio de autonomía. Los problemas con mayor frecuencia es la pobreza, el alojamiento, aislamiento, etc. Las actitudes hacia la vejez  están socialmente condicionadas, y solo son intangibles dentro de la propia estructura social. En nuestra cultura actual hemos pasado de que el anciano  sea un prestigio como en la antigüedad a dejar este lugar a los jóvenes. Hoy por hoy son un colectivo marginado por todos.
  5. Es frecuente encontrar una infrarreferencia de sus problemas, fundamentalmente provocada por el mismo anciano en su capacidad de autopercepción o por sus propias expectativas de salud
  6. El envejecimiento conlleva fragilidad orgánica produciéndose limitaciones físicas, psíquicas y sensoriales; el nivel cultural sigue siendo pobre y sus condiciones de vida generalmente malas. Todo ello sitúa al anciano como individuo y como colectivo, en una posición de evidente debilidad. La tendencia actual es la de llegar a la ancianidad cada vez con un estado de salud mejor, manteniendo una buena capacidad funcional. La OMS  estableció en 1995 unas directrices orientadas a preconizar un principio de acción común: la necesidad de focalizar la promoción de la salud y la necesidad de minimizar la dependencia, esto se conoce como la” ancianidad saludable” o “buen envejecer”. Y establece la urgente necesidad  de medir el estado funcional en orden a proporcionar información para la priorización de los servicios, la planificación y evaluación y, sobretodo, para explorar el potencial de una vejez saludable e independiente.
 
     Atención social y sanitaria del anciano 
Viene preconizándose desde distintas instituciones y sectores la urgente e inexcusable aproximación de los aspectos de atención social y sanitaria, se habla de “espacio socio- sanitario” formado por el conjunto de aquellas personas dependientes en las que la frontera de sus necesidades de cuidados sociales y sanitarios es difícil de delimitar. A qui podrimos destacar la atención domiciliaria y es potenciar la atención de estos ancianos con enfermedades crónicas y terminales en sus propios domicilios.
 





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